La avena es un cereal muy beneficioso para la salud, que puede comercializarse de diferentes formas, y comerse tanto cruda como cocida. Además, es muy fácil de preparar ya sea con agua o con leche.
La manera más conocida de consumo es el “porridge”, que consiste en agregar copos de avena al yogur o la leche durante el desayuno.
En el último tiempo su uso ha ido aumentando al comprobarse que es ideal para mantener una buena salud, ya que aporta energía y posee gran cantidad de proteínas y grasas saludables. Asimismo, es fuente importante de vitaminas del grupo B y minerales como hierro, magnesio, zinc, manganeso y fósforo.
También su uso es muy aconsejado en casos de diabetes, ya que al mantener más energía, la glucosa de la sangre no aumenta tan rápido y ayuda a estabilizar los niveles de azúcar.
Avena pelada:
Esta avena originaria de Chile corresponde a granos enteros pelados, de color castaño a caoba claro. Además de ser consumido como desayuno, se pueden preparar albóndigas, hamburguesas y leche vegetal.
Se venden en sacos de 25 kg.
Avena precocida:
También chilena, y en formas de hojuelas color beige, esta avena viene con un proceso previo de cocción, lo que permite consumirla sin cocinarla previamente.
Si bien, la avena tradicional o cruda es más saludable que la precocida, en general son muy pocas las diferencias. Quizá la más importante es el índice glicémico, que en la avena precocida es mayor.
Su formato de venta es de 25 kg.
Avena machacada
Esta avena es también conocida como avena integral, se presenta como hojuelas de color beige y su principal característica es que mantiene toda la fibra y no está procesada.
Muy versátil como las anteriores presentaciones, es ideal para el desayuno al mezclarla con yogurt, leche y/o frutas. Es ideal para elaborar granolas y las exquisitas barras de cereal.
Si se desea usar en repostería, requiere ser procesada previamente.