Este polvo fino, blanco, suave y dulce procede de la azúcar granulada, luego que es sometida a un proceso de molienda.
Posee también fosfato tricálcico, que a su vez es una mezcla de calcio y fósforo, y que evita en el polvo la formación de grumos.
Originaria de nuestro país, este tipo de azúcar es conocida también en el mundo como azúcar glas o glasé.
Se usa principalmente en repostería, en la elaboración de productos como queques, galletas, merengues, mousses y cremas; y para cubrir y decorar de forma suave, postres y dulces.
Además, es el ingrediente principal para preparar el conocido glaseado que se agrega a algunos postres y pasteles. Para ello se mezcla jugo de limón, clara de huevo batida y el azúcar flor. Como resultado se obtiene una capa brillosa y crujiente que se usa como cobertura en galletas, bizcochos, queques y tartaletas.