Pertenecientes a la familia de las frutas deshidratadas, este producto es de intenso sabor dulce y con alta concentración de nutrientes.
Tal como lo indica su nombre estos damascos provienen de Turquía, son de forma ovalada y color anaranjado.
Su consumo está asociado a los snacks (puedes combinarlos con otros frutos secos), así como usarlo en ensaladas, como acompañamiento o aperitivo durante las comidas.
Esta fruta además de ser deliciosa, es un alimento altamente energético. Contiene hidratos de carbono, fibra, betacaroteno, y minerales como el potasio, magnesio y calcio.
Se vende en cajas de cartón corrugado, con bolsas selladas herméticamente de 5 kg.