Importada tanto de Canadá como de Argentina, la linaza entera corresponde en su forma y color a semillas ovaladas de color café, provenientes de la planta del lino. Antes de que fuera denominada como “supergrano”, era usada exclusivamente para crear textiles.
Sin embargo, debido a sus excelentes propiedades para el organismo hoy existen muchos productos de consumo básico que la llevan como ingrediente. Entre estos se encuentran el pan, los cereales, las barritas tipo “snack” y las galletas.
Las semillas de linaza se pueden consumir también por sí solas (tostadas), molidas, como sustituto del huevo en recetas veganas e incluso elaborar aceite a partir de ellas.
Su denominación de “supergrano” se debe a sus excelentes propiedades nutricionales, básicamente como fuente de omega 3 y fibra. De esta manera, es de gran ayuda para los problemas digestivos; mantiene bajos los niveles del colesterol; contribuye a perder peso; su aceite puede evitar el desarrollo de la diabetes, y sus cualidades antiinflamatorias mejoran enfermedades como la artritis, tendinitis o nefritis.
Se comercializa en formatos de 25 o 5 kg.
La linaza en polvo resulta del proceso de molienda de la linaza entera que proviene de Argentina, y tal como la anterior, mantiene sus excelentes propiedades nutricionales. Incluso especialistas recomiendan su uso debido a que se digiere con mayor facilidad, y puede consumirse a través de jugos, infusiones o mezclarse en algunas comidas.
Se vende en sacos de polipropileno con bolsa de polietileno en su interior de 25 kg, y en este mismo tipo de bolsas de 5 kg.