Procedente de Ecuador, esta manteca es la grasa que se obtiene a partir de los granos o semillas del cacao. De composición sólida, color amarillo claro y olor que recuerda al chocolate, este producto es el resultado de un proceso que incluye varias etapas.
Desde el punto de vista de sus usos, es fundamental en la elaboración del chocolate ya que es la responsable de su textura, exquisito sabor, brillo e incluso del crujido propio que se produce el partir una tableta. También es muy empleada en la alta cocina y, también en repostería, para preparar tortas, galletas, queques y pasteles.
Al ser una grasa cien por ciento vegetal, es muy útil en recetas veganas o como reemplazo de la mantequilla y el aceite, al momento de freír o cocinar, ya que se utiliza en menor cantidad lo que se traduce en una alimentación más saludable.
Debido a su fragancia y cualidades emolientes, esta manteca también se utiliza en la elaboración de productos cosméticos y de higiene. Es la base de bronceadores, cremas y jabones, ya que logra una profunda humectación en la piel.